jueves, 22 de agosto de 2013

¡Cuántos hablamos Español! ¿Cuántos?

El sábado viajamos juntas seis personas. De ellas, dos hablan solo Español, dos hablan Ná'uatl y Español, una más lee y entiende medianamente Inglés y Francés además de hablar Español, otra habla bien los tres idiomas. Casi para concluir el viaje subió al vehículo otra persona que habla bien el español y el inglés. Arribamos, finalmente, a un sitio donde había personas originarias del Congo y de Filipinas (que hablan otros idiomas), a las que se sumaron personas que hablan Latín y, al menos uno, Griego. 

En el trayecto, antes de pasar por el séptimo viajero, surgió una pregunta: ¿Cuál es el idioma que más se habla en Europa? Tras varias suposiciones, quien formuló la cuestión respondió: el ruso. Para verificar su respuesta debimos hacer estimaciones del espacio que ocupa ese país dentro del continente, así como de la cantidad de habitantes que tiene. La misma persona que había hecho la pregunta comentó que después del ruso, el alemán es el segundo en parlantes. 

Luego se me ocurrió una pregunta a propósito de un chiste-burla que vi sobre Peña Nieto (dicen que dijo que en México vive el mayor número de mexicanos). La pregunta es: ¿cuántos vaticanenses viven en el Vaticano (si por “vaticanense” entendemos a quien ha nacido en el Vaticano)?

Hoy he encontrado esta nota, que de alguna manera responde a lo que se hablaba en el viaje: http://noticias.universia.es/en-portada/noticia/2013/08/16/1042740/espanol-segundo-idioma-mas-hablado-mundo.html#.Ug6LFTCA4BM.twitter.


Esto me ha dado una esperanza: en unos años el número de personas que podrá leer lo que escribo será el máximo. Espero, pues, tener al menos un lector más.

lunes, 12 de agosto de 2013

¿Grito, lamento, oración o queja? A propósito de Villaurrutia.


La escucho desgranando lenta y con pausas innecesarias su rosario. Tras cada Ave María, en cada Padre Nuestro su voz apagada, que no proviene de su garganta sino de sus entrañas, se asemeja más a un gemido, a un ronco sollozo que se extravía cuando pierde la cuenta y se adentra en sus sueños. 

Y cuando ha dicho "ya déjenme morir", me hace pensar si se tiene nostalgia por la muerte o si es ansiedad o anhelo de ella.

Pero si es nostalgia por la muerte, es una nostalgia que está habitada por una oposición múltiple: el sueño contra la vigilia, la conciencia contra el delirio, la voz contra el mutismo, la alegría contra la tristeza, la esperanza contra el sinsentido, la memoria contra el olvido.

domingo, 11 de agosto de 2013

El ayudante de albañil

Me miró con sus grandes ojos negros. Aceptó el libro que le ofrecí. Leyó a Eduardo Lizalde. Era un cuento. Después le di una narración sobre Gaudí. No aceptó. Dijo que le dolía la cabeza cuando leía. Esperaba a su padre. Lo esperó. En algún momento le ayudó con la mezcla, la cuchara, el metro. Así, mientras llegaban otros momentos. En algún otro momento se perdía. ¿En dónde? No lo sé. Se extraviaba en la escalera, en la reja, en el vidrio, en la puerta, en lo que había fuera, en sus sueños, en su cansancio, en su aburrimiento... en él mismo.

sábado, 10 de agosto de 2013

martes, 6 de agosto de 2013