En esta época que ya casi termina
(inició en diciembre y mañana concluye con la Epifanía) mucho
escuché sobre Dios. En esas palabras hallé agradecimientos, ruegos,
peticiones y cargos de responsabilidad («Él
sabe porqué hace las cosas»,
«Él sabe porqué lo permite», «Dios así lo quiera»... «Sus
caminos son llenos de misterio»).
Por
todo eso que se le agradece, por lo que se le pide y lo que se le
atribuye, cada vez me parece más plausible la frase de un rabino:
«En lugar de hacernos a su imagen y semejanza, lo hacemos a nuestra
imagen, semejanza y conveniencia».
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