Luego Emmanuel: partió casi inexplicablemente, en un tránsito doloroso. Apenas alcanzó los dos años. Perdí a un sobrino nieto.
El siguiente fue Dagoberto o Andrés. Por fuera conservó su voz fuerte y su gran altura de Ramírez Villagrán. Él se fue a los 80 y tantos. Yo perdí un tío.
Casi para terminar el año Raúl murió para ir al encuentro de su madre. Mi sobrina perdió el esposo, sus hijas perdieron al padre. Yo perdí un ahijado y un sobrino político.
Y hoy, a sus noventa y tantos, partió Carmen. He perdido a la tía Charamela. Mi padre, tiene la ausencia de la hermana que le quedaba.
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